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jmiMll DE LA PÜEHTE y ALLEH-PERRIHS

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COMEDIA lírica

EN UN ACTO, DIVIDIDO EN TRES CUADROS, ORIGINAL Y EN PROSA

MÚSICA. DEL

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AESTRO CHAPi

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Copyright, by the authors, 1907s^(j>X ^C ^^%

SOCIEDAD DE AUTORES ESPAÑOLES NúAez die Balboa, 12

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COMEDIA LÍRICA BN DN ACTO, DIVIDIDO EN TRKS CUADROS, ORIOINAL T EN PROSA

FERNÁNDEZ DE LA PUENTE y ALLEN-PERKINS

HUSICA. DEL

MAESTRO CHAPÍ

Estrenada en el TEATRO DE LA ZARZUELA el 13 de Mayo de 19j7

^-

MADRID

« V BLASCO IMP., UaBQDSB DB SANTA AKA, II OUP." Tgiétono número S5t

tS07

Cli^dmhaHe tuié>iji^eie de NINON, JuJ aa^acíecidoJ atHtaOó,

REPARTO

PERSONAJES ACTORES

NINON Pilar Pérez.

BEBEL María Santa Cruz.

ROSINA Irene Alba.

MAD. BOÜCHARD Manuela González.

LA BELLA PAQUITA Asunción Pastor.

MARGOT Paula Abel.

L ANCANISTA 1.a Paz Calzado.

LUCIANO Carlos RuEart.

LÓPEZ Antonio González.

MUSTAFÁ Aurelio Delgado.

EL DUQUE Manuel Caba.

GASTÓN José Galerón.

LUIS Enrique Rollant.

ALFREDO Francisco Vallejo.

JUAN Manuel Moncayo.

ÜN CHICO N. N.

Espectadores, cocottes, camareros, compradores, etc., etc. Coro general

La acc^'in en París. Época actual

Derecha é izquierda, las del actor

Decorado de Xaudaró y Gallo. Atrezzo de Vázquez.

M.

. ^:!t?>a,'=*?'.':^r^í^

ACTO ÜNICO

CUADRO PRIMERO

B

O

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8

o o o ^_

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A=Coluinnas.

4— Ninon.

B=Telón con embocadura.

5— Luciano.

C^^Escenario con tatlado y

G=I>uque.

telón.

7=Gastón.

D=Forillo de jardín.

8=Cocotte.

O^Veladores de café.

9=Luis,

l=Bedel.

lO^Cocotte.

2=Rosina.

ll=Alfredo.

S=López,

]ií=Cocotte

Ci ^ G

K^

8

Interior de un CaféConcert de París, de primer orden. Al fondo, un escenario donde actúan, j delante, una pequeña orquesta. En primero y segundo término, columnas figurando que continúa el salón. Mesas repartidas por la escena real. Lo más próximo posi- ble á la batería, tres mesas equidistanciadas. Gran profusión de luces eléctricas.

ESCENA PRIMERA

BEBEL, ROSINA y LÓPEZ en la mesa de la derecha. Bebel viste de ■coupletista y Rosina y López, con trajes de luces, de torera y tore- ro, respectivamente. NINON y LUCIANO, en la mesa del centro; aquella, también de coupletista y él de frac. El DUQUE, GASTÓN, LUIS y ALFREDO y dos COCOTS en la de la izquierda. En las demás mesas, público abigarrado

Música

Unos

¡Mozo, cerveza!

Otros

¡Mozo, coñac!

Otros

¡Venga Borgoña!

Otros

¡Trae más champán!

Luc.

No mires tanto.

NiNON

Déjame en paz.

Bebel

(¡Pobre Luciano!)

Oas.

/

Luis

> ¡Esto es gozar!

Alf.

LÓPEZ

¿Pido un ajenjo?

Ros.

¡Pide un bozal!

Todos

(Menos los artistas.)

No cabe duda alguna,

París es un edén,

y nada en él tan grato

como un café consert.

La música y el baile

invitan al placer,

y reinan á su antojo

el vino y la mujer.

(suenan tres golpes en el escenario.)

^ 9

Mas silencio y atención,

que otra vez se alza el telón

DuQ.

¿Quién ahora cantará?

COCOTS

Eso pronto se verá.

Gas.

La niña bonita,

la ingenua Paquita.

Luis

Paquita, la bella.

Alf

Paquita, la estrella.

DüQ.

¿Es buena?

Gas.

Tal cual.

Luis

La voz es de grillo.

DuQ.

¿Y canta?

Alf.

Muy mal.

ESCENA II

DICHOS. La orquesta preludia, descérrense las cortinas del escena- rio figurado y aparece la BELLA PAQUITA con traje de coupletista. La «claque> aplaude y ella saluda

Ros. De fijo que corean

su estúpida canción. LÓPEZ Mas á ella no le importa

y sigue la función.

Paq. Tengo en casa un gato negro.

PÚB. [Cuánto me alegro!

Paq. Que si alguno le regaña.

PÚB. Muerde y araña.

LÓPEZ ¡Silencio, señores, que no se oye á la bella

Paquita!

Uno ¿Es usted su representante?

Otro ¡Callaree!

Otro ¡No nos da la gana!

Paq. Son sus patitas

de terciopelo, son sus ojitos color de cielo. ¡Ay, qué bonito;

10 -

ay, qué travieso; con gu rabilo siempre tan tieso! Si le llamo p">r su nombre, me contesta: ¡marra-miau! que en su lengua significa... FÚB. ¡Que le gusta el estofaol

Paq. y si alguno se propasa

en mi casa con Lulú, él, sacando las uñitas, se incomoda y dice... ;fú! ¡fú! ¡fú! PÚB. ¡Fú! ¡fú!

Paq. ;Fú! ¡fú!

FÚB. ¡Fú! ¡fú!

Paq. ¡Qué maullidos da mi gato!

PÚB. Más que el gato mallas tú.

(sigue la orquesta, Paquita baila, el público lleva el compás golpeando con las cucharillas sobre el servicio y cae el telón entre aplausos y protestas.)

ESCENA III

DICHOS, menos la BELLA PAQUITA

Hablado

LÓPEZ ¡Escandalosos, sinvergüenzaír! ¿Y este es un

pueblo culto?

Ros. ¡Cállate, López! (1)

López No me da la gana. ¿Te parece á bien que

coreen así á esa pobre muchacha? Eso se queda para mi tierra, cuando en la plaza de toros llamamos curros á los concejales.

Bebel Tranquilícete usted, señor López. Esto es

cosa corriente en los cafés consert de París.

LÓPEZ Lo por experiencia, señorita Bebel, y lo

lamento por ésta, á la que escalabran el mejor día á la terminación de un bolero.

Ros. ¿Tan mal lo hago?

(l) Este personaje habla con acento francés muy marcado.

~ 11 ^

LÓPEZ ¿Tú mal? ¡Quién dice eso, pichoncita míal

¡Si pareces una peonza de las que bailaba 3'0 de chico en la plaza de Oriente!

Ros. Mi único Doérito es ser discípula de López,

el gran López, primer bailarín de la troup española, que fué tan celebrada en la últi- ma exposición.

LÓPEZ No me recuerdes lo de la troupe, que me

pongo malo. ¡Aun tengo presente aquella catáí^trofe! Yo, inocente, paseaba por la ca- lle de Sevilla de Madrid, esperando que me lloviese del cielo el pan nuestro de cada día, cuando cátate que se me presenta un compañero que me contrata para trabajar en la exposición de Paríí=. Y á París vine, y al mes de estar aquí craj, el empresario que truena y López en plena exposición. . de morirse de hambre y á pensar otra vez en el panecillo.

líos. Pero siempre hay almas piadosas...

LÓPEZ Y enamoradas, Kosina, no lo niegues. Mi

garbo torero encendió la llama de amor en tu pecho y...

Ros. Y Dios se mostró pr^^digo contigo.

LÓPEZ jYa lo creo! ¡Yo soñaba con un panecillo

diario y me encontré con una francesilla para toda la vida!

Ros. Me enloqueció su modo de bailar y le di mi

blanca mano. ¡Que afán tenía de aprender los bailes andalusos!

LÓPEZ Con ellos te presentaste al público de París.

Ros. ¡Qué noche aquella!

LÓPEZ ]Sí, qué noche aquella y las sucesivas!

Ros. ¡Qué de aplausos, qué de gritos!...

LÓPEZ Y de panecillos. Dios seguía mostrándose

pródigo. Pero arrojados con una gracia, con una elegancia, que daba gusto recibirlos. No era cosa de burla, no; los tiraban de ve- ras, en el colmo del entusiasmo, y claro, pues no había más remedio que recogerlos con la cara sonriente. Kosina, amor mío, permite que al recordar aquellos tiempos, te dedique una de mis más fogosas miradas.

Ros. López, querube mío; que hay público.

12

Bebel Al verlos así, nadie supondría que la mayor

parte del tiempo se llevan ustedes como perros y gatos.

Ros. . Peor se llevan otros. Mira si no á Luciano , y Ninon.

Bebíl Pero esos no son matrimonio.

Ros. Afortunadamente para tí, ¿no es eso?

Bebel jOh, calla!...

Ros. Tonta, más que tonta; haberte enamorado

de un hombre que ni se fija en tí. Míralo, bebiendo con los ojos á nuestra compañera Ninou, que está deseando deshacerse de él, para que el Duque le ponga coche.

LÓPEZ Yo también daría algo porque me lo pusie-

sen.

Bebel ¡Pobre Luciano, tan bueno!

LÓPEZ Tan excelente artista.

Ros. Tan tonto, digo yo.

Gas. Sí, mi querido Duque; lo que necesitas

es alegría, mucha alegría. ¿Y quién propor- ciona eso si no el champán y las mujeres?

DuQ. [Brindo por la más gentil artista de este

Gafé-Consert!

Gas. ¡Bravo!

Luis ¡Muj^ bien dicho!

Alf. ¡Eso es hablar!

LÓPEZ ¿Artista y gentil? Eso va contigo. es-

camo, (a Rosiua.)

Luc. Por última vez, Ninon, perdóname el arre-

bato de anoche, y vuelve á casa.

Ninon No, y mil veces no, Luciano. Tu carácter me infunde n:iiedo; eres demasiado celoso.

Luc. No soy yo quien te infunde miedo: son las

privaciones, la pobreza, los sacrificios.

Ninon ¿Y qué si fuera eso? ¿Por ventura no tengo yo derecho á gozar de la vida como cual- quier otra?

Luc. No me decías eso cuando te recogí del arro-

yo, cuando tus pies chapoteaban el agua helada de los boulevares.

Ninon ¡Qué sabía yo entonces del mundo!

Luc. ¿De modo que estás resuelta á que nos se-

paremos para siempre?

Ninon me obligas á ello.

13

Luc. ¿Yo? Tu ambición desmedida es quien te

empuja. Eres mala. ¡Mala mujer, mala ma- dre!

NiNüN Busca otra mejor.

Luc. (Transición.) Vamos, vuelvc en tí, pobre loca,

aun es tiempo, si no por mí. por nuestra hija; por nuestra pobre Margot, inocente de toda culpa. No abandones un hogar, si bien falto de lujo, sobrado de cariño. ¡No te mar- ches, Ninonl... ¡No *e marches! (suplicante y

casi lloroso.)

NiNON Ese hogar de que me hablas, me da miedo. Nuestra unión se ha hecho odiosa.

Llc. Si no por mí, por nuestra hija, que requie-

re tus cuidados de madre.

NiNON Y bien, dámela, la llevaré conmigo.

Luc. ¿Para qué?

NiNON Para tenerla junto á mí.

Luc. ¿Para tenerla junto á tí? (colérico.) No, si te

conozco; si leo tu pensamiento. No es el amor de madre quien dicta ese deseo; es el cálculo frío que domina todos tus actos.

NiNON ¿Qué quieres decir?

Luc. Que mi hija no se separará de mí, ni saldrá

de mi casa. Que prefiero que no tenga ma- dre á que se avergüence de ella.

NiNON ¡Luciano!

Luc. ¡Oh! .. Te creía mala. ¡Eres infame!

NiNON ¡Basta!

Luc. Reflexiona á lo que te expones.

NiNON ¿También amenazas? ¡No te creía tan co- barde!

Luc. ¡Ninon! Sí, dices bien, debo ser un cobarde

cuando no te mato ahora mismo, (cogiéndola

fuertemente de un brazo.)

NiNON ¡Suelta, me haces daño!

LÓPEZ ¡Eh! ¿Qué es eso? (Levantándose.)

Luc ¡Infame, infame!

NiNON ¡Suelta, suelta!

GoR. 1.0 I ¿Qué pasa?

GoR. 2.0 j ¿Qué sucede?

(Todos se levantan; López se interpone; Bebel y Rosi- na cogen á Luciano y tratan de llevárselo á su mesa: gran animación.)

- M

LÓPtíZ Bebel

NiNON

Luc. Ros.

LÓPEZ

^'iNON LÓPEZ

NiNON LÓPEZ

Ros.

LÓPEZ

Bebal

NíNoN

Bebel López

Ros.

Lóp tz

R-s.

López

Ros.

Bebel

¡Eh, Luciano, Ninon! ¡Por Dios, Luciano! Henaos concluido para sieñapre. ¡Sí, para siemprel ¿Pero qué ha sido eso, Luciano? ¿Pero qué demonios os pasa? ¿Y á usted qué le importa? (1) Pues que n)e importa. Luciano es com- pañt^ro mío; eres compañera mía; todos formamos una compañía y mi mujer es el sargento de la compañía y j'o, en nombre de mi sargento, vengo á poner la debida paz entre vosotros.

Déjeme usted en paz, no estoy para bro- mas, (se sienta ) Está bien. (¡Cómo me impongo!)

(vuelve al grupo que forman Bebel, Rosina y Lucia- no, que continúan de pie junto á la mesa de la dere- cha. Una coupletista se acerca á la mesa de Ninon y figura hablar con ella.)

Tonto, no sufras por esa mujer, que no lo merece.

Rortina tiene razón. Tu infelicidad consiste en no haber sabido elegir plato en el 7'esto- rant del amor; te encaprichaste por un sor- bete de fresa y cólico seguro. Paia otra vez imítame á mí. Magras, magras con tomat»-, que estas no hacen daño. (Por Rosina.) Siéntate aquí, donde se te aprecia de veras. Más valía que te hubieras fijado en Bebel, que también está sola en el mundo. ¿Te quieres callar?

Anda, siéntate, y nos beberemos una copa de champan á la Falud de ésta. ¿Qué lujo es ese de champan? No« han subido el sueldo.

¿Sí?... (Muy contenta.)

Sí. Ahora nos pagan en el entresuelo.

Estúpido.

(a Luciano.) Olvídala. Esa mujer no es digna

He que la quiera un hombre tan bueno

como tú.

[l) Luciano— Bebel— Rosina— López— Ninon, etc.

15

DUQ.

NiNON

Luc.

LÓPEZ

Bebal Ros.

LÓPEZ

Ros.

LÓPEZ

¡Señores, con permiso!

(Durante el diálogo anterior el Duque ha llamado á Juan, el camarero que figura haber ido con un recado del Duque á Ninon y con la contestación de ésta al Duque, que se levanta del sitio donde estaba y se di- dirige a la mesu de Ninon. La coupletista que estaba con ésta, al ver llegar al Duque, se va.)

(Ya viene.)

¿Eh? ¡Sí! El Duque se acerca á su mesa y y ella le acoge sonriente y le invita á sen- tarse... ¡Ah... miserable! (se levanta.) (Deteniéndole.) ¡Quieto aquí! Déjala que se la lleve el diablo, y si es en automóvil mejor: así se estrellará más pronto. ¡Vamos, Rosi- na, Bebel, lleváosle adentro! Sí, sí, vamos adentro. ¿Y tú?

Yo afuera, afuera. Ojo con lo que haces.

No temas; voy á ver si encuentro quien me ponga coche.

(Entre Bebel y Rosina se llevan á Luciano por la de- recha,)

ESCENA IV

DICHOS, menos ROSINA, BKBEL y LUCIANO; á poco MUSTAFÁ por la izquierda

LÓPEZ ¡Ay... si en lugar de duques caprichosos, vi-

niesen aquí duquesas sensibles! Porque... yo no seré una arrogante figura, pero como vistoso, lo estoy. ¡Vaya si lo estoy! ¡Calle, el empresario de Túnez! ¡Cayó cena! ¡Aquí, amigo Mustafá, aquí!

Mus. ¡Oh, señog de Lopes! ¿^Cómo dise que es que

le va?

LÓPEZ Tres jolies bien, caro amicM.

Mus. Puede paglarme en espagnolo. Conosco tontas

las langues europees. ¿E la madam?

López Como siempre. Tr ajelan do de la olla

grande.

16

Mus. ¡Oh! Eso de traguelag, desconosido mío.

LÓPEZ Porque le falta á usted aprender otro idioma.

Mus. ¿Qué idioma?

LÓPEZ El primero del mundo. El caló.

Mus. ¿Y dónde aprendeg eso?

LÓPEZ En mi tierra. Allí parlan le caló, lo mesmi en

la pías de la Sebade que en les Corps Colegis-

ladeur. Mus . ¿ Voste seg ondolus?

López Eso cree todo el que ve mi planta torera;

pero á usted no tengo por qué engañarlo.

Soy nacido en Carabanchel de Arriba. Mus. ¿Y á dónde caeg eso?

LÓPEZ Encima de Carabanchel de abajo.

Mus. ¿Haber allí afisión al toreo?

López ¿Allí? En tonta la Espagne.

Mus . ¿E muqueres con navacas en las ligas?

J ÓPEZ ¡Pero hombre! Si eso es un cuento de las

mil y una nuit. Mus . ¿üe vegas?

López Y tan de veras.

Mus. Pues aquí y en Túnez creerlo todo el mundo.

López También si lo viesen á usted en mi tierra

se figurarían que vendía usted babuchas. Mus . Seg muy grasioso.

López Y qué: ¿tiene usted ya todos los artistas

que necesitaba para su teatro? Mus. Casi todos. Sólo me falta contratag á aquella

coven que cantó antes. López Me parece que llega usted tarde. Esa, si no

se ha contratado ya, le falta mny poco. Mus. (Oh... dagme mucha lastima porque ser guapi.

LÓPEZ ¡Ah... tunecino! (Dándole un golpecito en la ba-

rriga.)

Mus. Allí agradag al publico las agtistas agogantes

que llenan la escena.

LÓPEZ ¿Las que llenan la escei^a? Mi mujer: con-

trate usted á mi mujer.

Mus. Touto se andagá.

LÓPEZ No está bien que yo lo diga, pero somos una

pareja de baile como hay pocas. Si usted viera lo ágil que está Rosina á pesar de su gordura.

Mus. ¿Si?...

17

LÓPEZ Una cosa atroz. Lo que más trabajo le cues-

ta es empezar; pero una vez hecho el primer esfuerzo, tan pronto pone los pies allá, como

allí como aquí, (señalándose á la región glútea.)

Mus. Seg ngtiséa de peso.

López Once arrobas justas.

Mus. Pues ya tratagueynos de la contrata de uste-

des paga mi próximo viaque. LÓPEZ ¿Palabra?

Mus. Palabra.

LÓPEZ Moro: vengan esos dátiles. (Se dan la mano.)

Mus. Tomaguemos una copita de champán

LÓPEZ Y unos emparedados. Yo no puedo beber

si no como.

Mus. \Garsón\

LÓPEZ (¿Eh?)

Mus. iGai'SÓnl

LÓPEZ (¡Ah! Creí que me había llamado gorrón.)

(Se acerca el mozo y les sirve.)

NiNON Mucha seguridad tenia usted en su éxito.

DuQ. Muchísima.

NiNON ¿Y en qué ha podido usted fundarla?

DuQ. £n que es usted muy bonita y en que hace

mucho frío en París para vivir todo el in- vierno en un desván y recorrer á pie los Boulevares.

KiNON Tiene usted razón. Esta vida que arrastro es de una frialdad siberiana.

DuQ. Pues yo me encargo de que disfrute usted

una eterna primavera.

NiNON Dios lo haga.

DüQ. ¿Con que quedamos en que esta misma no-

che se despide usted del director de la Com- pañía?

NiNON Esta misma noche.

DuQ. ¿Y en que la espero á usted á cenar en el

Americano?

JSiNON A la una en punto.

DuQ. Pues hasta la una. ¡Juanl

JuAí^J Mande el señor Duque.

DuQ. El abrigo. Mi chofer queda á las órdenes de

usted.

NiNON Gracias.

DuQ. Hasta luego.

18

NiNON Hasta luego. (e1 Duque se llega á la mesa de sus

amigos primera izquierda y se despide; paga y se va. Niaon se levanta de la mesa y se dirige hacia la dere- cha, por donde sale Bebel, que la detiene.)

ESCENA V

DICUOS, menos el DUQUE y á más BEBEL y ROSINA

Bebel ¡Ninon!

NiNON ¿Qué quieres?

Bebel Ten compasión del pobre Luciano: piensa

en tu hija. Ninon ¡Déjame en paz! ¿Quién te mete donde no

te llaman? Ros. Eres cruel, eres mala.

Ninon Y imbécil.

Ros. ¿Imbécil á mí? ¡Se queda sin moño! (Ninon se

va por la derecha.)

Bebel Déjala, no des un escándalo.

Ros. Ya te cogeré yo en la calle, sinvergonzona.

Pero López, que va á comenzar nuestro nú- mero.

LÓPEZ Ven, ven aquí que te presente á este caba-

llero.

Ros. Tanto ^iisto.

Mus. Ser muy complasido. (1)

LÓPEZ Mr. Mustafá, empresario de uno de los tea-

tros de Túnez.

Ros. Muy señor mío.

LÓPEZ Mi señora.

Mus. A las suas plantas.

Ros. (¡Qué arrogante figura!)

López (Como le hagas otra reverencia te acogoto.)

Mus. Seré moito gustoso en ver esta nuit il suo tra-

buco.

López No, esta noche no.

Mu?. ¿Per qué?

(l) ilustafá— López— Rosiua— Bebel, etc.

19

LÓPEZ Porque esta noche estoy un poco indispues-

to y... (y 8i nos ves no nos contratas.)

Mus. Entonses á la vuelta.

LÓPFz Sí, cuando estemos en la plenitud de nues-

tras facultades. Tú, adentro.

Eos. Servidora de usted, señor Mustafá.

Mus. Reconózcame como un admigador más.

LÓPEZ Mustafá, ahueca.

Mus. ¡A.h, BPñor Lúpez, hasta maten!

LÓPEZ Eso. (¡Hasta que nos matenl) ¡Bona ni tinga!

(Pues no miraba poco el moro este á mi Ro- sina. |Me parece que estoy algo escamattol)

(Rosina se va por la derecha. López detrás de ella, Mustafá se va por la izquierda. Entra un Chico que después de mirar por todos lados dirígese á Juan que está hablando con Bebel.)

ESCENA VI

BEBEL, JUAN, GASTÓN, LUIS, ALFREDO, COCOTS I."" y 2.* Pú- blico, CORO GENERAL y un CHICO

Chico ¿El señor Luciano?

Juan ,iQué quieres?

Chico Verle.

Juan No se puede pasar al escenario; espera que

salga.

Chico Llevo mucha prisa.

Juan Pues no te esperes, (se retira.) (1)

Bebel ¿Qué es eso, chico, para qué buscas al señor

Luciano?

Chico Para darle un recado de parte de mi madre

la señora Renard.

Bebel ¿Su portera?

Chico Justamente.

Bebel Pues dímelo á que yo soy artista tam-

bién y puedo pasar á dárselo.

Ch co Bueno, pues dígale usted de parte de mi

madre, que cuando acabe de trabajar vaya corriendo, que su hija se ha puesto mala.

(l) Juan— Chico— Bebel.

20 -

Bebel ¡Jesús! ¡Pobre Margot, pobre Lucianol

Chico Quede usted con Dios, señora, y no deje us-

ted de darle el recado (se va i^.quierda.) Bebel (¡Dios míül ¡Todas las desgracias á un tiem-

po! ¿Y cómo se lo digo yo, así de repente? ¡No, no, sería matarlo! ¡Qué desgracia, señor,

qué desgracia!) (Se va, derecha )

ESCENA VII

JUAN, GASTÓN, LUIS y ALFREDO. En el escenario figurado RO-

SINA 7 LÓPEZ. Las mesas llenas de público. Suenan tres golpes en.-

el escenario. Salen al escenario Rosina y López

* Música

líos. Con la navaja en la liga

y mis endares toreros, dicen los hombres al verme...

LÓPEZ ¡Ahí te coja uq berrendo!

Con el trabuco en la mano voy diciendo, no me mates: y las señoras me tiran...

Ros. ¡Berengenas y tomates!

r rkiAi I Moreno.

LosDus ¡O^é'j Morena.

¡Viva tu sal! ¡Con microscopio ni telescopio en todo el orbe se halla otro igual!

LÓPEZ Yo tengo muy mala sangre,

me llaman el Gitanazo;

le doy un tiro á mi son.bra. Ros. * Y al más amigo un sablazo.

Me llaman la Gitanilla;

yo tengo sangre española;

yo robo los corazones. . I^ÓPEZ ¡[Maldita seas, ladrona!!

21

^,,,\ Moreno. Los DOS lOle! J ^^^^^^^

jViva tu salí etc., etc.

(Gran animación: ellos bailan y el público les jalea y arroja al escenario panecillos y terrones de azúcar. Cae el telón.)

Juan ¡La cadril^ señores, la cadrill

(Cada uno de los espectadores retira su silla entre bastidores; los mozos se llevan las mesas.)

ESCENA VIII

BEBEL, Público

Hablado

iPobreciiío, qué triste se ha puesto al saber que Margot está mala! Lo ha llamado el di- rector... ¿si irán á despedirlo de la compa- ñía...? ¡Yo me iría con él á cuidar á su hija... pero no me atrevo á decirle nada! (Resuelta- mente.) ¿Y para qué decírselo? ¡A su casa, Bebel, á su casa, que más vale la salud de esa pobrecita niña, que lo que puedan de- cir de tí! (Vase izquierda.)

ESCENA IX Música

Público y CANCANISTAS. Salen por cada lado dos parejas de Can-

canistas y después una primera bailarina. Bailan un can-cán desen -

frenado, y al concluir se van todos por la izquierda como si fuesen

á una bacanal (1)

(l) El efecto de este número estriba en que lo baile una verdadera cancanista de primera fuerza.

22

ESCENA X

LÓPEZ y ROSINA

Hablado

Ros. Anda, López, no te entretengas, que vamo»

á perder el ómnibus y estoy cansadísinna. LÓPEZ ¡Dios sigue mostrándose pródigo! (Eiia saie-

con un cabá en la mano y él con un pañuelo grande, atado por las cuatro puntas, lleno de pan y terrones de azúcar.)

Ros Anda de prisa, hombre.

LÓPEZ No me deja correr el peso de la gloria.

Kos. ¿Qué traes ahí?

LÓPEZ Media arroba de entu¡?iasmo.

Kos. ;Qué triunfo el nuestro!

López ¡Y qué costumbres tan dulces las de tu&

paisanos! (chupando un terrón de azúcar.)

Ros. De prisita, que se hace tarde.

López Oye, cielito mío; ¿y no te parecería bien

que tomáramos un bocadito antes de acos- tarnos?

Ros. No, precioso, pasarías luego muy mala no-

che.

LÓPFz Peor que de costumbre, imposible.

Ros. Lo que quisieras era irte por ahí de juer-

guecita. ¿No es eso, gorrioncito mío?

LÓPEZ Eso es, golondrinita de mis entretelas,,

eso es.

Ros. Pues... nun dan. (sonando el portamonedas y jén-

dose.)

LÓPEZ Oye, anémona sensible, tímida gacela, pi-

choncita de mi corazón. ¡Dios mío! ¿Por qué me casaría yo con este hipopótamo? (saie co- rriendo detrás de ella por la izquierda.)

23

ESCENA XI

LUCIANO, á poco NlNON. MomentoB antes de atacarla orquesta sale Lneiauo, que se detiene en el centro de la escena

Música

Lüc. Sí, yo debo esperar un instante

que salga Ninon. Yo le debo decir que está enferma

mi pobre Margot. Si á seguirme se niega... ¡Dios mío,

pensarlo da horrorl No es posible que tenga una madre

tan mal corazón.

¡Ella! (1) NiNON (¡Luciano!)

Luc. Oye un instante.

NiNON (¿Qué me querrá?)

Luc. Tengo que hablarte.

NiNON Si has de ser breve,

puedes hablar.

l>uc. No es, Ninon, el que á llega

el amante despreciado; es el padre desdichado que te implora compasión. ¡Qué será sin tus caricias / del amor de mis amores!

¡No acrecientes mis dolores, ten piedad de mi Margot!

NiNON No te agravien mis palabras

ni te eooje mi desvío, pero siento miedo y frío, mucho frío junto á tí.

(l) Ninou— Luciano.

24

Pero dame á la hija mía, al amor de mis amores, y que libre de temores viva siempre junto á mí.

Luc. ¿Ella contigo?

Solo ha de ser cuando vivamos juntos los tres.

NiNON Siendo á tal precio,

no quiera Dios. Nc es admisible la condición. (1)

Luc. Pues oye, desdichada,

enferma tu hija está.

Sin duda en su delirio

tu nombre evocará. NiNON ¡Mentira!

Luc. ¡No, lo juro!

¡Me acaban de avisarl

¡Conmigo ven á verla! NiNON ¡Contigo, no, jamás!

Sabiendo que me esperan,

me quieres engañar. Luc. Detente, no te engaño, (sujetándola.

NiNON (Desasiéndose de él.)

Al fin me has de dejar.

Luc. ¡No huyas así, Ninon, del lado mío,

piensa en la pobre víctima inocente! Ninon ¡Me espera junto á morir de frío!

Luc. ¡Tu frío irá contigo eternamente!

Vete ya, mala madre, y que el cielo castigue muy pronto tu mal corazón.

(l) Luciuno— Ninon.

26

Para no haya paz ni consuelo, y Dios te maldiga lo mismo que yo. NiNON Que por miedo á tus celos te deje,

no es prueba, Luciano, de mal corazón. Déjame que por siempre me aleje, que el tiempo mitiga las penas de amor.

(Ninon se va y Luciano intenta ir tras ella, pero al fia se detiene anonadado por el dolor.)

MUTACIÓN

26

CUADRO SEGUNDO

A=Fachada del Café Concert con puerta practicable. B^'Fachada del Bazar, con escaparate y puerta practicable. C=Rompimieutos de árboles. D=Telón perspectiva del Boulevard.

La escena representa un Boulevard. A la derecha entrada al Café- Concert, en cuya puerta habrá un cartel del día. A la izquierda una tienda de juguetes con escaparate iluminado y en sitio muy visible varias muñecas. Es al obscurecer. Mucha animación.

ESCENA PRIMERA

Vendedores ambulantes, Público; luego LÓPEZ

Veno, l.*^ Vend. 2 '

Música

¡La alegría de los niños! ¿Quién me compra este tambor? La trompeta de la fama.

Vend. 3.*'

Vend. 1.^ Vend. 2/* Vend. 3.^ Vend. 1.^ Vend. 2.^

27 ^

Un caballo de cartón, copia exacta del que tuvo nuestro gran Napoleón. Corre más que un automóvil, no atropella ni da olor. ¡Monos sabios!

¡Tentetiesos! ¡Bicicletas!

¡ \ros!

¡Clownsl

Mujeres (Por parejas.)

Mira, maridito, mira qué bonito, qué lindos juguetes qué baratos son. Es el dulce ensueño de nuestro pequeño, toda su alegría, toda su ilusión. Si por la mañana, tras de la ventana, no tiene juguetes como los demás, los dulces halagos de los Reyes Magos sobre tus mejillas no cosecharás.

Hombres (como si ajustasen cuentas.)

Tres y dos son cinco y cuatro son nueve, trece, dieciocho, veinte... veintitrés... Nada, que no sale por más que me afano la dichosa cuenta para fin de mes.

MujtREs Sable y escopeta

para el pequeñito, que tiene tendencias á ser militar.

Otras Una biciclpta,

un tambor y un pito

VvSV

F' f

i

28

para el otro nene que ya sabe andar. Hombres Paso porque compres

una bicicleta, paso por el aro, por el pito no; que tambor y pito dentro de la casa por la mañanita no lo aguanto yo. LÓPEZ Esta que es la gran maravilla,

el juguete de moda en París, la expulsión de la negra polilla que se estaba comiendo al país.

Cuando estos del babero (1)

avanzan en legión

y empiezan á engullirse

alguna gran nación,

se ajusta un gorro frigio

encima del país,

se asustan los microbios

y escapan en un tris.

Fíjese usted bien

cómo salen ya,

corren más que el tren,

qué velocidad;

y ellos al huir

dicen á una voz:

para España sí,

para Francia no.

Coio

(l) Este juguete está formado de dos esferas huecas, unidas por un eje central. La esfera superior, que lleva las iniciales R. F., va cubierta por un gorro frigio; la inferior llevará los colores de la ban- dera española. Cuando el couplet lo indica y á voluntad de López, desciende una figura vestida de abate y se oculta en la esfera in- ferior.

13 Ci

Coro

tilín

mat

II

Aquí está ei tentetieso,

juguete ún rival,

que estando ya en el suelo

se vuelve á levantar.

Son copias ó retratos

de un conde muy barbián.

ministro allá en España

del bando liberal. Fíjese usted bien cómo avanza ya, corre más que el tren aunque cojo está. Ya se ve de pie; ya en el suelo da y otra y otra vez vuelta á levantar.

Ay, qué buen humor!

¡Es original!

¡Este vendedor

no tiene rival! (vase ei coro.)

ESCENA II

LÓPEZ

Hablado

Está de Dios que me he de pasar la vida en la calle. Unas veces echado por los empresa- rios y otras echado por mi mujer para ven- der juguetes. ¡A lo que tiene que agarrarse un artista por falta de contrata!

28

para el otro nene que ya sabe andar. Hombres Paso porque compres

una bicicleta, paso por el aro, por el pito no; que tambor y pito dentro de la casa por la mañanita no lo aguanto yo. LÓPEZ Esta que es la gran maravilla,

el juguete de moda en París, la expulsión de la negra polilla que se estaba comiendo al país.

I

Cuando estos del babero (1)

avanzan en legión

y empiezan á engullirse

alguna gran nación,

se ajusta un gorro frigio

encima del país,

se asustan los microbios

y escapan en un tris.

Fíjele usted bien

cómo salen ya,

corren más que el tren,

qué velocidad;

y ellos al huir

dicen á una voz:

para España sí,

para Francia no.

Íl) Este juguete está formado de dos esferas huecas, unidas por un eje central. La esfera superior, que lleva las iniciales R. F., va cubierta por un gorro frigio; la inferior llevará los colores de la ban- dera española. Cuando el couplet lo indica y á voluntad de López, desciende una figura vestida de abate y se oculta en la esfera in- ferior.

29

11

Aquí está ei tentetieso, juguete fin rival, que estando ya en el suelo se vuelve á levantar. Son copias ó retratos de un conde muy barbián, ministro allá en España del bando liberal.

Fíjese usted bien

cómo avanza ya,

corre más que el tren

aunque cojo está.

Ya se ve de pie;

ya en el suelo da

y otra y otra vez

vuelta á levantar.

Coro ¡A.y, qué buen humor!

¡Es original! ¡Este vendedor

no tiene rival! (vase ei coro.) ESCENA II

LÓPEZ

Hablado

Está de Dios que me he de pasar la vida en la calle. Unas veces echado por los empresa- rios y otras echado por mi mujer para ven- der juguetes. ¡A lo que tiene que agarrarse un artista por falta de contratal

30

ESCENA III

LÓPEZ y ROSINA (1)

Ros. ¡López!

LÓPEZ (La ballena.)

Ros. ¿Qué haces aquí parado? ¿Por qué no te

mueves? ¿Por qué no vendes?

LÓPEZ Porque no me compran. Esta vida no es

para mí, Rosina. Pídeme un flin-flán; píde- me el kake; pídeme la machicha; pero no me pidas que siga vendiendo chucherías, porque me rebelo.

Ros. ¿Chucherías? ¿Chucherías á los camelos, im-

bécil? ¿Acaso en España no conocéis los ca- melos?

LÓPEZ jVayal Pero allí no se venden.

Ros ¿No?

LÓPEZ Se dan. ¿Que hacen elecciones los conserva

dores? Camelos para los liberales. ¿Que mandan los liberales? Camelos para todo el país.

Ros. jGracioSo! (Dándole un golpe.)

LÓPEZ Rosina, encanto de mis ojos, estáte quieta

Ó te doy con el establecimiento en las na- rices.

Ros. Eso harás con esta mujer, que no ha re-

parado en sacrificios para que no te falte nada, que se ha gastado contigo sus últimos ahorros.

LÓPEZ ¿Los últimos? ¿Pues qué has hecho de tanto dinero?

Ros. Gastarlo.

LÓPEZ ¿Todo?

Ros. No me queda más que mi calcetín: la hucha.

LÓPEZ Pues venga la hucha.

Ros. Cá; ese dinero es para mi vejez.

LÓPEZ ¿Y á cuándo aguardas?

Ros. (Pegándole.) ¡Ah, granuja, pillo, bribónl ¡Y yo

que venía á traerte la felicidadl

(l) López— Resina.

81

LÓPEZ

Ros.

LÓPEZ

Ros.

LÓPEZ

Ros

LÓPEZ

Ros

LÓPEZ

Ros

LÓPEZ

Ros

López Ros.

LÓPEZ

Ros.

LÓPEZ

¿La felicidad dices? ¡Sí, una contrata para Túnez. ¿Una contrata y cambiar de comestibles? ¿Porque en Túnez tirarán dátiles á la esce- na? ¡Sus, y á Túnez! Atunes los dos. Los dos

atunes. (Abrazándola.)

Quita.

¿Y quién es esa mosca blanca que nos con- trata?

Monsieur Mustafá.

Cómo, ¿aquél empresario que estuvo aquí hace años? El mismo. ¡Vamos, vamos corriendo!

¡Alons! (Dándole un pellizco en el brazo.)

No; las señoras primero.

Primero tú, corderito mío. ¡Alons! (Repitiendo

el pellizco.)

¡Eh, tú, que me vas á dejar sin alón! (1)

¡Si son caricias!

¿Caricias? ¡Pues permite que te corresponda!

(Dándole un capirotazo.)

|Ah, granuja!

¡Toma caricias! (Mutis á discreción de los actores,

por la Izquierda.)

ESCENA IV

BEBEL, MARGOT (niña de seis años) y MADAME BOUCHARD

Mar. (Sale corriendo por la derecha) ¡Scñor LÓpez, Se-

ñor López!

Bebel ¡No corras, Margot, que te vas á caer! (2)

Mar . Era para llamar al señor López; pero ya no

se le ve.

Bebel Dame la mano. Hay mucha gente por el

boulevard y pudieras perderte.

Mar. Como quieras, mamaíta.

Bebel Y ahora á casa, que tu padre estará espe-

rándonos para poder salir.

(1) Rosina— López.

(2) Bebel— Margot— Mad. Bouohard.

32

Mar. Déjame ver esas muñecas.

Bebel Que se hace tarde.

Mar. ¡Ay, qué pelo, qué pelo tan rubio! ¡Y lleva

pendientes! {Mira, mamá, mira aquella del

vestido azul! Bebel que es preciosa. . Bou. Buenas tardes, señora Duval. (Desde la puerta

de la tienda.)

Bebel Muy buenas.

Bou. ¿Qué? ¿Te agradan las muñecas, Margot?

Mar. Sí, señora. ¿Cuánto cuesta aquella rubia del

vestido azul? Bou. Esa es de las más caras.

Mar. ¡Qué lástima! ¿verdad mamá?

Bebel Sí, hija de mi alma. ¡Qué lástima no poder

comprártelas todas! Mar. Todas no, yo me conformaba con esa.

Bebel Vaya, que tenemos prisa, Margot.

Mar. Quede usted con Dios, señora Bouchard.

Bou. Adiós, hijita.

Bebel Buenas tardes. Bou. Muy buenas.

Mar. Mamá, ¿pasarán los Reyes por aquí antes

de ir á casa? Bebel Es posible.

Mar. (Dando un suspiro muy grande.) jAy... DioS lo

quiera! (Se van por la izquierda.)

ESCENA V

NINON sola. Sale Ninon por la izquierda, elegantemente vestida y hasta llamativa de lujo: llevará un magnífico abrigo de pieles. En su modo de andar, en sus movimientos y sobre todo en su cara, acusa- rá terrible enfermedad al corazón

Música

Ya vuelve á la pobre pecadora, ya vuelvo á tí, París del alma mía. ¡Cuánto lloré pensando en esta hora, porque pensé que á verte no volvía! Loca gocé de la fortuna incierta mientras sentí mi corazón inerte.

. 33

y ahora que ya mi corazón despierta á mi pesar siento llegar la muerte.

Pero al ver estos lugares,

¡ay, ciudad de mis amores! ¡Mis pesares, mis dolores,

son más dulces hoy que ayer!

Y resisto tus embates

aunque lates ya sin tino.

¡Corazón, ay, no me mates,

no me mates, asesino!

¡Ten piedad de esta mujer!

Voy á volver á ver á mi Margot;

voy á besar sus labios de carmín;

voy á estrechar su cuerpo encantador;

voy á saber si hay dicha para mí.

Aunque Dios mi vida exija halle al fin la triste madre,

en la hija

y en el padre redención y caridad. Mas no extremes tus embates hasta el fin de mi camino: ¡corazón, ay, cómo lates,

cómo lates

asesino! |De esta madre ten piedad!

Hablado

Aquel es el Café-Concert donde trabajába- mos juntos. ¿Continuará Luciano formando parte de la compañía? Ea, resolución. (Leyen- do el cartel.) Pilul, Bisson, Navá... Pero Lu- ciano no figura en el cartel. ¿Trabajará en otro teatro? ¿Cómo informarme?... Entraré.

Es lo más derecho. (Entra en el Café-Concert.)

34

ESCENA VI

LÓPEZ; luego ísINOX

LÓPEZ (por la izquierda.) ¡¡Contratados, contratados

para Túnez!: ¡Ese moro no tiene precio! Dos ajenjos llevo tomados y gracias á bU mo- risca amenidad he podido desprenderme un momento de Rosina. ¡Esta es la hora á que suelen venir mis venusesl Pobre Rosina; yo en acecho y ella oyéndole referir al moro las costumbres del harem. ¿Qué harán en ^el harem?

NiNON Nada. El encargado del mostrador no es el

mismo de entonces y no conoce á Luciano.

LÓPEZ (¡Caracolitos! ¿Quién será aquella princesa?

NiNON ¿Eh ..? Sí, no me engaño. ¡López!

LÓPFZ (Anda, y sabe mi nombre y me llama.) Se-

ñora...

NiNON ¿Tan cambiada estoy que no me reconoces?

LÓPEZ ¡Calle... Ninon!

NiNON ¡Amigo mío! (1)

LÓPEZ ¡Caramba! La verdad es que los años no pa-

san en balde, y luego que esa indumenta- ria. . ¿Hemos hecho fortuna, eh?

Ninon Sí.

LÓPEZ Lo dices de un modo... Te veo triste, aba-

tida...

Ninon Estoy muy enferma, López.

LóPhZ ¿Qué tiene.-?

Ninon Este maldito corazón que se me rebela.

LÓPEZ ¡Anda, y nosotros que nos figurábamos que

no sabías lo que era ese artefacto!

Ninon ¡Ojalá siguiese ignorándolo!

LÓPEZ ¿De dónde vienes?

Ninon De Nueva York.

LÓPEZ ¿Y instalas aquí definitivamente?

Ninon No; vengo de paso. El médico me recomien- da un clima más benigno. Mañana salgo para Niza.

(l) Ninou— López.

86

liÓPEZ NlNON

LÓPEZ NlNON XÓPEZ -NlNON LÓPEZ NlNON

LÓPEZ

NlNON

LÓPEZ

NiNOM JjÓPEZ

-NlNON

López

NiNON LÓPEZ

NlNON LÓPEZ

NlNON LÓPEZ

NlNON

LÓPFZ NiNOV LÓPEZ lílNON

¡Caramba con Ninon, si pareces otra!

Oye, López, ¿qué sabes de mi hija? ¿Qué ha

sido de Luciano? (con ansiedad.)

Pues Margot hecha una mujercita. ¿De veras? ¿Kstará muy guapa? Guapísima. Es tu retrato. ¿Querrá mucho á su madre? La adora

¿De modo que me estará siempre nom- brando?

¿A. tí? Nunca. Jamás ha pronunciado tu nombre.

¿Cómo? ¿Pues no acabas de decirme que me quiere tanto?

Bueno... pero... te diré, te diré... (He metido la pata hasta el corvejón ) ¡Tú me engañas! ¿Yo.-.?

Sí. Me ves enferma, muy enferma, y tienes compasión de mí. Yo te lo agradezco. Pero por horrible que sea la verdad, dímela, Ló- pez, dímela, que todavía es más espantoso lo que me figuro.

Pues bien. Es cierto que Margot adora en su madre; sólo que esa madre no eres tú. ¡Sigue!

Esa madre, que á su vez la quiere con tod » su corazón y que la considera y la trata como á las propias niñas de sus ojos, es Bebel.

¡Bebei! (Horrorizada.)

Sí, Bebel, á quien Luciano ha hecho su es- posa, viniendo así á legitimar á Margot.

¡JeSÚSl (Llorando.)

Mira, hazme el favor de no soltar más lagri-

mitas, poique tampoco estoy yo para bailar

en la cuerda floja.

De modo que si yo deseara ver á mi hija; si

antes de emprender este triste viaje quisiera

darla un beso, ¡quién sabe si el último! ¿crees

que se opondría Luciano? (Temblorosa.)

Estoy seguro.

¡Cuanto debe odiarme!

Tonta, llorando no se consigue nada.

Es verdad, me comeré las lágrimas.

36

LÓPFZ De eso voy á tener yo que alimentarme si

Dios no lo remedia.

NiNON ¿Tan mal estáis de intereses?

LÓPEZ Peor, amiga mía, muchísimo peor. Hoy no»

han despedido á Rosina y á de ia com- pañía, (sollozando cómicamente.)

NiNON ¡Pobre López! ¡Ah, qué idea! ¿Quieres ganar-

te un billete de mil francos?

LÓPEZ ¡De mil francos! ¿Kn qué museo se ve eso?

NiNON Busca un medio para que yo bese á mi hija

sin que Luciano pueda oponerse, y tuyo es ese dinero.

LÓPEZ ¡Mucho pides!

NiNON ¿Vive cerca?

LÓPEZ Allí en frente. Aquella fotografía es suya.

(señalando á lo lejos del Boulevard.)

NiNON ¡Dios mío, tan cerca y no poderla ver!

LÓPEZ Precisamente á esta hora sale Luciano to-

das las tardes de su casa para hacer entrega de los encargos.

NiNON ¡Toma, toma, á ver si esto te aguza el inge-

nio! (Dándole el billete.)

LoPEZ ¡Eh...! ¡Ah, sí, aguzado, aguzado completa-

mente! Entremos aquí y te explicaré mi proyecto. Anda, te convido.

NiNON Vamos. (Entran en el café.)

ESCENA VII

LUCIANO, la SEÑORA BOUCHARD

Luc.

Bou.

Luc.

Bou.

ÍjUC.

Bou. Luc.

(saie por la izquierda.) Me pareció haber vista á, López desde lejos y bien acompañado por cierto. Se habrá metido en el café. Dejf^- mosle tranquilo. ¡Señora Bouchard! A sus órdenes. ¿Desea usted algo? (Desde la

puerta del Bazar.)

Una muñeca con traje azul para mi hija.

¿El regalo de Reyes?

Justo.

Aquí tiene usted una preciosa. (Enseñándolo

una lujosísima con traje y sombrero azul )

;Vale mucho?

37

Bou. Luc. Bou.

Luc.

Bou.

Luc. Bou. Luc.

Bou. Luc. Bou.

Cien francos.

No está al alcance de mi fortuna. Se la enseño á usted porque es la admira- ción de Margot.

Acaba de decírmelo su madre; pero yo de- seo algo más modesto; que no exceda de diez francos. Aquí tiene usted una de ese precio. (Le enseña

otra más modesta con traje color rosa.)

Pero no tiene vestido azul.

Se le puede cambiar.

Pues haga usted el favor de ordenarlo así y

la recogeré al regresar.

Con mucho gusto.

Hasta luego.

Vaya usted con Dios, señor Duva'. (Luciano se

va por segundo término derecha.)

ESCENA VIH

La SEÑORA BOUCHARD, NINON y LÓPEZ

LÓPEZ lílNON LÓPEZ

NiNON

Bou.

NiNOK

Bou.

NiNON

Bou.

-NiNON

Bou.

NlNON

Bou.

NiNON

Bou.

Conque á no perder tiempo.

¿Vas tras él?

Sí. Primero le acompañaré á sus encargos y

luego á presentarlo al moro. ¡Abur!

(¡Por fin!) A ver, ¿me hace usted el favor?

¿Qué desea la señora?

Aquella muñeca.

¿Esta? (La de más lujo, del vestido azul.)

Sí, esta misma

Lo mejor que tengo en juguetes. Dice papá

y mamá.

¿Cuánto e»?

Cien francos.

Tome usted. (Dándoselos.)

¿Quiere la señora que se la envíe á su casa? No, gracias. Yo misma la llevaré. (Mientras la empaqueta.) De estas se venden po- cas. Justamente la hija de un señor que acaba de marcharse estaba prendada de ella; pero el pobre no ha podido darla esta alegría. ¡Dichosa usted que está en posición

~- 3^

de hacer este pequeño sacrificio por la snyat Ya se la cobrará usted en besos. Por una hija todo, ¿verdad, señora?

NiNON Buenas tardes. (Nerviosamente y con angustia.)

Bou. Usted lo pase bien. (Entra en el bazar )

NiNON ¡Por una hija todo! ¡Todo! Pero... ¡Dios míol

¿Tengo yo hija? (Sale de escena llorando, 'i elón. rápido )

MUTACIÓN

39

CUADRO TERCERO

-F

P<y/////A'^r^

A=»Puerta de entrada. B=Mainpara con óvalo de cris- tal en el centro. C=Cortina paravent. D=Ventanal.

E=Puerta para las habitaciones» F=Forillo panorama. G=Máquina fotográfica. 0=Velador.

n=Sillas.

Galería de un fotógrafo; el fondo y techo de la escena de cristale» con cortinas. Por los cristales del fondo debe verse una especie de panorama de parte de París empezando á cubrirse de nieve. En el primer término de la izquierda una chimenea; en el segun- do término del mismo lado una puerta que figura dar entrada á las habitaciones interiores. En primer término de la derecha una puerta mampara de entrada á la fotografía. Esta puerta abre ha- cia la escena y tiene en el centro un óvalo de cristal en que ge- leerá «Fotografía.» Delante de la puerta un gran paravent formado por cortinas. La puerta al abrirse hace sonar un timbre. Sillas, mesas, aparatos de fotografía etc., etc. Es al atardecer.

ESCENA PRIMERA

BEBEL y M ARGOT. Aparecen sentadas junto al velador, Bebel figura retocar un cliché. Margot, mirando un periódico ilustrado

Mar.

Bebel

Dime, mamá: ¿soy yo buena, verdad? Muy buena, hija mía.

40

Mar. ¿Quién es mejor, la niña de la señora Bou.

chard, ó yo?

Bebel Tú. Los padres de tu amiguita dicen que su

hija es un diablillo desobediente.

Mar. ¿Cómo entonces el año pasado le pusieron

los Reyes más juguetes y mejores que á mí?

Bebel Pues... pues no lo sé.

Mar. ¿Será porque somos pobres?

Bebel Sí, hijita, tal vez sea ñor eso.

Mar. ¿y el ser pobre es ser malo?

Bebel No, el ser pobre es una desgracia.

Mar. Pues los reyes debían querer más á los des-

graciados que á los ricos.

Bebfl Pobrecita mía, tienes razón.

ESCENA II

DICHAS y ROSINA muy sofocada, haciendo sonar el timbre. Habla casi sin aliento

Mar. ¿Quién será?

Ros, ¿Se puede?

Bebel Adelante.

Mar. ¡Si es la señora Rosinal

Bebel Siéntate, mujer, siéntate; que esta escalera

va á acabar contigo.

Ros. Esta escalera no, ese pillo de López, (se sienta

en la silla que ocupaba Margot. Esta se retira á mirar por la galería de cristales.)

Bebel Siempre iojual.

Ros. No, lo de hoy no tiene precedentes. Figúra-

te que estábamos en el café Riz ultimando nuestro contrato con aquel Empresario moro que conocimos hace años, y que como enton- ces viene á llevarse alsjunas notabilidades, cuando con pretexto de un asunto urgente desaparece López del café, y esta es la hora que no sólo no ha parecido, sino que según me han dicho en el boulevard, acaban de verlo con una... señora, que le ha entregado no qué papelucho ¿Te parece á que esa es conducta? ¡ Ah, pero yo le aseguro que me las paga, vaya si me las pagal Por lo pronto,

41

ya he tomado el dinero del préstamo y no pienso volver á casa en tres días, para que se crea que me he escapado con el moro, que á estas horas va camino de Marsella.

Bebel ¡Pero Rosina!

Ros. Vosotros me daréis asilo.

Bebel Pobre López, darle un susto así, con lo que

te quiere.

Mar. Oye, mamá, ¿te parece bien que escriba á

los Reyes, á ver si este año me ponen la mu- ñeca que me gusta tanto? (1)

Bebel Muy bien. Pues mira, mientras yo voy á

preparar la cena para cuando venga papá, les pones la carta. Ahí tienes papel y pluma.

Mar. En seguida la escribo.

Bebel ¿Vienes, Rosina?

Ros. ISí. Oye, Margot. (2) Si subiese López á pre-

guntar por mí, no le digas que he venido, ¿eh?

Mar. Bueno, no se lo diré. (Se van Bebel y Rosina

puerta izquierda.)

ESCENA III

margot á poco NINON

Mar.

NiNON

Mar.

NiNON

Mar.

NiNON

(sentándose á la mesa, de espalda á la puerta.) ¿CÓmO

empezaría yo? ¡Ah, sí, ya sé! (Escribiendo.) cM.is queridos... señores Reyes. Yo soy... Margot... una niña muy... buena... y este año quiero... una muñeca... que hay... en el pa- saje... de...

(Entra, haciendo sonar el timbre y se queda detrás

del paravent.)

¿Eh. .? ¿Quién es? (volviéndose.)

(ai oir una voz de niña, quiere contestar pero no la

deja la emoción.)

(Levantándose.) ¿Que quién CS?

Yo. (presentándose.)

(1) Rosina— Margot— Bebel.

(2) Margot— Rosina— Bebel.

42

Map. Pase usted. Llamaré á mi mama.

NiNON No, lio la molestes, hija mía. No he venida

más que á traerte esto y me voy en seguida.

Toma, de parte de los Reyes. (Enseñándole la

caja de la muñeca que compró en el cuadro anterior.)»

Mar. ¿De parte de los Reyes? ¡Pero si aún no he

concluido la carta! NiNON No importar ellos han adivinado lo que

querías y aquí lo tienes. Mar. ¡Pero... si los reyes no salen hasta media

noche! NiNON Por eso me envían á en su lugar. Mira,.

¿no es esta la muñeca que á te gUFtaba?

(sacándola de la caja,) Mar. ¡Ah, sí, qué preciosa! (Sm atreverse á tocarla.)

NiNON Tómala, tuya es.

Mar. ¿No me engaña usted? (Adelantándose á cojerla;

pero parándose de repente.)

NiNON ¿Por qué había de engañarte? Tómala. (Mar

got se acerca y la coge.)

Mar. jAh, sí, la misma, la misma!

NiNON ¿^ no merece un beso el recado?

Mar. Sí, señora. (Acercándose á ella.)

NiNON (cogiéndola y besándola.) ¡Bendita seas! ¡Déja- me, déjame que te estreche contra mi co- razón!

Mar. ¡Me hace usted daño! (Ninon sigue besándola,

frenéticamente yMargot muy asustada, dice:) ¡Mamá^

mamá! Ninon ¡No la llames, eres mía, mía solamenteí

Mar. ¡Mamá, mamál (Muy asustada y procurando des-

asirse de Ninon.)

ESCENA IV

DICHAS y BEBEL

BeBEL ¡MargOt, hija mía! (Desde dentro.) ¡Jesús! (vien-

do á Ninon.)

Ninon ¡Bebel! (soltando á Margot.)

Mar. (¡Qué susto, mamá!) (1)

(3) Ninon— Bebel— Margot.

43

Bebel Vete dentro, M argot.

¡Mar. (No, no te dejo sola con ella.)

Bebel No tengas miedo, esta t'eñora es una amigja

mía.

Mar. ¿Sí?...

Bebel Sí, vete dentro.

Mar. (¿Será verdad que viene de parte de los Re-

yes?) (Se ra izquierda mirando con gran insistencia á Ninon )

ESCENA V

BEBELyNINON

NiNON ¡Bebel!

Bebel ¡Vete, sal de esta casal

NiNON ¡Compasión, Bebel, (se arrodilla.) companióní

(Rompe en solloaos.)

Música

Ninon No llego aquí

buscando el bien perdido;

solo de demando compasión.

Ya que por él la dicha has conocido,

sea Bebel quien logre mi perdón, (se levanta.) Bebel Tiemblo por tí,

si aquí te ve Luciano;

tiemblo por mí, si avivas su pasión.

Hoy á Bebel Ninon acude en vano.

¿Cómo yo á él le pido tu perdón?

Ninon Enferma de muerte

no ansiaba la vida, ansiaba tan solo besar á mi hija.

44

Mas fui mala madre y Dios me castiga, ¡á mi me rechaza y á te acaricia! Bebel Huiste del padre,

dejaste á la hija; con él y con ella lloré tu perfidia. Los quiero y me quieren, sus almas son mías. No tengas, no, celos. ¡Dios hace justicia!

NiNON Ya toco, sí,

la realidad horrible. Bebel Yo que sufrí

comprendo tu dolor. NiNON No volveré,

mi Hueño es imposible. Bebel Yo velaré

por la hija de tu amor. NiNON pedirás

que el cielo me perdone. Bebel No dudarás

que noble siempre fui. NiNON Cuando cruel

la vida me abandone, oye, Bebel,

(Acercándose á ella suplicante y casi con el aliento.)

hazla rezar por mí. Bebel ¡Eso sí!

NiNON ¡Te oye DiosI

Bebel jEso sí!

(Las dos abrazadas.)

Yo te juro por tu hija velar, como madre bendita de Dios; si es feliz con su dicha gozar, y si sufre sufrir por las dos De mis labios jamás ha de oir lo que un hijo no debe saber, y tu nombre le haré bendecir por si nunca la vuelves á ver.

46

NiNON Pues me juras por ella velar

como madre bendita de Dios, El conserve la dicha en tu hogar y felices os haga á las dos. Yo á su lado soñé revivir, mas dichosa no puedo ya ser, y tan solo me resta morir si á mi hija jamás he de ver.

Adiós, de aquí me alejo. (Marchándose.)

Bebel Confía en mí, Niñón.

NiNON Adiós. Ten, para ella. (La besa en la frente.)

Bebel ¡Adiós!

Las dos ¡ Por siempre, adiós!

(Bebel queda donde estaba. Ninon se dirige resuelta- mente á la puerta, mas después de abrir la mampara vuelve á soltarla; suena el timbre y Ninon al ver apa- recer á Luciano se oculta entre las cortinas.)

Bebel

Hablado

¡Infeliz! ¡Dios

(sentándose.)

mío, ten compasión de ellat

ESCENA VI

DICHAS, LUCIANO. Luego M ARGOT

LUC. Ea, ya estoy de vuelta. (Dejando el abrigo.)

¿ComemoS?(Dirigiéndose á donde está Bebel.)¿PerO

qué es eso, lloras? ¿Qué tienes?

Bebel ¿Le has visto?

Luc. ¿A quién?

Bebel A Ninon. Acaba de salir.

Luc. ¡Ninon! ¿Ninon aquí? \Se ha atrevido!...

Bebel Perdónala. ¡Está muy enferma!

Llc. ¿Ha hablado con Margot?

Bebel No ha hecho más que besarla y traerla ju-

guetes. ¡Si la vieras! ¡Lleva la muerte retra- tada en la caral (Pausa.)

Luc. ¡Pobre mujer! (volviéndose para que Bebel no le

vea la cara.)

46 -

BeBEL ¿Ann la quieres? (Levantándose y con cariñosa

reconvención.)

Luc. jOh, no, Bebel: mi corazón es enteramente

de mi hija y tuyo! Mar. ¿Puedo salir ya, mamá?

Bebel Sí, hija, si. Ya está aquí tu padre y vamos

á comer ahora mismo. Mar. (¿Se fué esa señora?) (a Bebel, después de besar

á Luciano.)

Bebel Sí.

Mar. (¡Cómo apretaba!) Mira, papá. Mira lo que

me ha traído una señora.

Luc. Bonita muñeca.

Maf. ¿Verdad que sí? no la has visto bien,

mamá. Mírala qué preciosa. ¿Pero qué tie- nes, lloras?

Bebel Yo no, hija mía, es el frío.

Mar. Pues ese frío lo quito yo con un beso. (La

besa.) ¿Y ahora estás mejor?

Bebel ¡Sí, hija de mi alma!

Luc. Ea, á la mesa, á la mesa.

NiNON (¡No puedo más, las fuerzas me abandonan!)

LÓPFz (Dentro ) ¡Luciano! ¡Luciano!

Luc. ¿Quién?

López ¡Luciano! (Dentro.)

Luc. ¡López!

ESCENA VII

DICHOS, LÓPEZ. Luego ROSINA

Lópi z ¡Luciano, Bebel, amigos míos!

Luc. ¿Qué te pasa?

López ¿Ha venido Rosina por aquí?

Bebel No.

López ¡Ni en el café, ni en casa! ¡Ya no me cabe

duda, ciertos son los!... ¡No quiero nom- brarlos!

Luc. ¿Estás loco? (1)

LÓPEZ ¡Fíese usted de los tunecinos!

Bebel ¿Pero qué te sucede?

(l) Luciano— López— Bebel- Margoi.

LÓPEZ

Luc.

LÓPEZ

Bebel

LÓPEZ

Luc.

LÓPEZ

Kos

LÓPEZ

Eos.

LÓPEZ

Ros.

LÓPEZ

Ros.

LÓPEZ

Ros.

LÓPEZ

Ros

LÓPEZ

Bebel Mar. Ros. Luc.

Bkbel

LÓPEZ

Bebel

Ros.

Mar.

Bebel Mar.

47 -

¡Que no encuentro á Rosina por ninguna parlel

¡Pero hombre!...

¡Se marchó, la perdí! ¡Se ha pasado al moro crn calcetín y todo! ¿Qué calcetín? ¡Nuestra hucha! ¡Cálmate, hombre!

¡Ah, Luciano, no sabes lo que es encon- trarse en el tálamo con seis toneladas de menos!

(Saliendo.) jToma toneladas! (pegándole.) (1)

¿Tu?

Sí, yo que tengo que pedirte cuentas de tu

conducta.

¿Cómo?

¿Qué te ha dado esa... señora, con quien

has estado hablando en el pasaje?

Nada; yo te juro...

(Después de registrarle le saca el billete y dice ense- ñándoselo:) ¿Qué es esto? ¡Un papiro!

¿Y eí^tO? (Le da un cachete.)

¡Un papirotazo!

¡Granuja!

Calla, yo te explicaré...

Ea, á comer. Quedaos con nosotros.

Sí, que se queden.

¡No faltaba más!...

Eso digo yo; no faltaba más que os fuerais

con lo que está nevando. (Desde el ventanal.)

¡Vamos, vamos!

No hay más remedio que aceptar. ¡Qué her- moso es el calor de la familia! (Abrazando á

Eosina.)

¡Ya lo creo!

Déjame. ¡Adúltero! (Entran por la izquierda.) ¡Cuánta nieve! (ai lado de Luciano, fil que coge de la mano. Música en la orquesta.) Anda, MargOt. (Se entra.)

Debe ser muy triste morir de frío, ¿verdad, papá?

(l) Luciano— López— Rosina— Bebel— Margot.

48 LuC. (cogiendo de la mano á Margot y entrándose por la

izquierda.) ¡Muy triste, hija de mi alma, mi y triste!

ESCENA ULTIMA

NINON, sola

NiNON (pálida, demacrada, agonizante, sale de detrás de las

cortinas, donde ha estado oculta; mira por donde han hecho mutis los otros, se acerca á la mesa, coge la carta empezada por Margot, y después de besarla la guarda en el pecho; levanta sus ojos al cielo y tam baleándose y prorrumpiendo en un sollozo desgarra- dor abre la mampara y sale corriendo. Telón rápido.)

FIN DE LA OBRA

Precio: HN9 peseta

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Madí^id Aleqre

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Fantasía cómico-lírica en un ^cto,

DIVIDIDO EN CINCO CUADROS, EN PROSA Y

VERSO, ORIGINAL.

MÚSICA DEL MAESTRO

JULIO CRISTÓBUL

Éopvright, bv M. Fernández Palomero, 19Í1

SOCIEDAD DE AUTORES ESPAÑOLES Niíñez de Balboa^ 12

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